domingo, 23 de mayo de 2010

Principales Teóricos de la Criminología - Los 3 Evangelistas

CÉSAR LOMBROSO

Ezequías MARCO CÉSAR LOMBROSO nació en Verona, Italia, el 6 de noviembre de 1835, hijo de "judíos de purísima estirpe"

Originalmente, "Lombroso no busca una teoría criminogenética, sino un criterio diferencial entre el enfermo mental y el delincuente, pero al toparse con este descubrimiento, principia a elaborar lo que él llamaría "Antropología Criminal".


A fines de 1871 es llamado para dirigir el manicomio de Pesaro y el año siguiente publica un libro que se llama Memoria sobre los Manicomios Criminales, en el cual expone las primeras ideas sobre la diferencia que hay entre el delincuente y el loco, y sus ideas respecto a que el delincuente es un enfermo con malformaciones muy claras; éste es en realidad el primer libro que va a tener un gran éxito editorial.

Lo que expone en este trabajo es la necesidad de que existan manicomios para criminales, y la necesidad de que los locos no estén en las prisiones, sino que se les interne en instituciones especiales; pero también hay la necesidad de que si esos enfermos han cometido algo antisocial no se les mande con los demás psicóticos, porque son una amenaza, sino que existan manicomios especializados para criminales.

Ese mismo año escribe un libro llamado El Genio y la Locura, donde expone la teoría de que en realidad todos los genios están locos, que el genio es un anormal, y Lombroso expone como del genio a la locura o de la locura al genio, en realidad no hay más que un paso.

El 15 de abril de 1876 se puede considerar la fecha oficial del nacimiento de la Criminología como ciencia, ya que ese día se publica el "Tratado Antropológico Experimental del Hombre Delincuente", en el cual Lombroso va a exponer su teoría. El éxito del libro fue inmediato, esa primera edición se agotó rápidamente.

A partir de 1877, en el viejo convento de San Francisco (frailes franciscanos), alquila dos cuartitos, y auxiliado de un ayudante, Giovanni Cabria, continúa sus estudios, haciendo un esfuerzo tan grande que salía a las calles a buscar delincuentes y les pagaba para que se presentaran a ser estudiados. Los enfermos acudían espontáneamente, pues eran atendidos gratuitamente. En 1878 funda su curso libre de Psiquiatría y Antropología Criminal fuera de la Universidad, en el convento, y el fenómeno no se hizo esperar, los estudiantes dejan la Universidad para oir a Lombroso fuera de ella. Además, sale una nueva edición de "El Hombre Delincuente", que va a tener ahora el título de "El Hombre Delicuente en relación con la Antropología, la Jurisprudencia y la Disciplina Penitenciaria".

Este libro va a tener un éxito no solo inmediato, sino mundial, va a ser traducido a varios idiomas, va ser conocido en todo el mundo y va a tener grandes repercusiones en varias de las legislaciones extranjeras. En 1879 un joven jurista italiano, que estaba estudiando en París y que ya había tenido contacto con Lombroso, se presenta espontáneamente y con sencillez: "soy Enrico Ferri, deseo trabajar con usted", así, aquel joven que a los 21 años había revolucionado el Derecho Penal, se une al maestro y se convierte en "el hermano, el amigo, el hijo, y hasta un poco el padre de Lombroso".

El curso de Antropología de ese año es frecuentado por un magistrado ya maduro, que decide también colaborar con el maestro, su nombre es Rafael Garófalo. En 1880 hay varios acontecimientos y es uno de los años más importantes en la vida de Lombroso; en primer lugar la Cámara aprueba la fundación oficial de los manicomios judiciales, algo por lo que Lombroso había luchado toda su vida (aprobará también la creación de reformatorios en 1882).
Lombroso es convencido por el impetuoso Ferri y por Garófalo de constituir una verdadera escuela, en la que "Lombroso es el fundador y antropólogo, Ferri el propagador y sociólogo y Garófalo el estabilizador y jurista".

Para exponer sus teorías fundan una revista que se llama "Archivo de Psiquiatría, Antropología Criminal y Ciencia Penal", y éste hubiera sido el año más glorioso para Lombroso, si no fuera porque, con escasos ocho días de diferencia, mueren sus padres. Esto va a implicar un duro golpe para él, aunque lo van a ayudar a salir del trauma sus dos nuevos amigos, discípulos y compañeros: Ferri y Garófalo.

Entre 1896 y 1897 se publica la quinta y definitiva edición del hombre delincuente, con dos tomos sobre L'Uomo y un nuevo tomo llamado Crimen, causas y remedios, en que expone su teoría sociológica y exógena, respondiendo con esto a muchas críticas y llenando indudablemente una laguna. A todo esto se agrega un "Atlas", con lotos, esquemas, dibujos, etc.

A esta altura Lombroso es ya figura de primera magnitud, viaja a Moscú, es ordinario de la Cátedra de Psiquiatría, es Consejero Comunal de Turín, salen nuevas leyes sobre pelagra y sobre manicomios respaldándolo, etc.

En 1906 se hace el Congreso de Antropología Criminal, en Torino, en el cual Lombroso tomó la palabra y dio las gracias a todos sus colegas por este Congreso que él denomina "El Gran Homenaje Fúnebre", y tenía razón, pues no volvería a ir a ningún Congreso más, ya que el 18 de octubre de 1909 muere, a los 75 años de edad.

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